martes, 23 de agosto de 2016

Adultitis

En un mundo ajetreado, muchas veces se nos olvida que un día fuimos niños, no dejemos que la adultitis nos contagie.

Declaración Universal del Derecho a Escuchar Cuentos

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 1. Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a escuchar los cuentos más hermosos de todas las tradiciones orales de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.

 2. Todo niño tiene pleno derecho a exigir que sus padres le cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás les vuelvan a pedir otro cuento.

 3. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste lo haga con amor y ternura, que es como se deben contar los cuentos.

 4. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que, por diversas razones, no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil donde, con entera libertad, podrán contar cuantos cuentos quieran.

 5. Todo niño está en el derecho de saber quiénes son José Martí, Hans Christian Andersen, Elena Fortún, Lewis Carroll, Elsa Bornemann, Carlo Collodi, Gloria Fuertes, María Elena Walsh, entre otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y poemas de esos autores.

 6. Todo niño goza a plenitud del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país.

 7. El niño tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como modificar los ya existentes, creando su propia versión. En aquellos casos de niños muy influidos por la televisión, sus padres están en la obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la imaginación de la mano de un buen libro de cuentos infantiles.

 8. El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos, Lo único obligatorio es que éstos sean hermosos e interesantes.

 9. El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento, y también a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.

 10. Todo niño, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras de Alicia y el lobo, del "Tío Tigre y Tío Conejo", de aquel burrito que se llamaba Platero, del gato que tenía unas botas de siete leguas, del colorín colorado de los cuentos y del inmortal "Había una vez...", palabras mágicas que abren las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.

DECRÉTESE Y PUBLÍQUESE


El Grúfalo


martes, 16 de agosto de 2016

El Rey Leòn



Esta es la historia del considerado como Rey de la Selva. Estamos hablando del Rey León.
En una selva virgen, un lugar en el cual viven muchos animales salvajes que luchan por mantener equilibrio natural y donde la ley del más fuerte tiene mucho poder, encontramos al león Mufasa, el cual reina solamente al lado de su esposa llamada Saraby. Juntos nos trajeron a Simba, su leoncito.
Simba seria el sucesor al trono, pero esto no le gusta a su tío Scar, hablamos del hermano mayor de Mufasa, el cual se siente bastante resentido porque no puede reinar y esto le hace preparar un plan para apoderarse del trono.
Siendo ayudado por tres hienas malvadas, Scar procede a crear una treta en la cual el Rey Mufasa tendría que morir en una estampida, y de esta forma provoca que sea Simba quien se sienta culpable de los hechos, puesto que su padre murió al tratar de rescatarle, entonces huye a la selva en donde las tres hienas intentan matarlo.
Justo en este lugar conoce a Timón, es un suricato que andaba acompañado de Pumba, un facóquero, ellos le adoptan y luego establecen una fuerte amistad. Parte de ello incluye la filosofía “Hakuna Matata”, que significa: “Vivir sin preocupaciones”.
Durante este tiempo su tío Scar se queda con el trono mientras estaba el funeral de Mufasa, esto significa el comienzo de una nueva era.
Pasados varios años, Simba adulto rescata a Pumba cuando una leona iba a comérselo. Se trata de Nala, su amiga de la infancia, la cual le pide que recupere el trono.
Sufrían sin comida ni agua, puesto que el reino estaba mal gobernado. Simba no quisiera renunciar a su estilo de vida, sin embargo, establece comunicación con Rafiki el Mandril, este le dice cosas de su padre.
Le aparece el alma de su padre, el cual le dice quién es y de donde viene. Simba se decide a recuperar el trono después de reflexionar sobre esto.
Todos confunden a Simba con su padre en un principio, este fue testigo de cómo cayo en decadencia el reino y entonces se decide a actuar. Simba le obliga a Scar a que pueda revelar el secreto guardado durante años: que era responsable de la muerte de Mufasa.
Simba alega que todo fue un accidente, sin embargo, Scar junto a las hienas lo llevan a la cima de un precipicio.
Justo cae sobre el pastizal un trueno en seco, todo se incendia. Simba se resbala y queda colgado del borde. Scar le confiesa que realmente el asesino a su padre mientras le toma de sus patas. Simba salta sobre Scar y le obliga a confesar frente a todos éste hecho.
En la batalla final, Scar termina siendo asesinado por las hienas, entonces se cierra el ciclo de vida y Simba asciende al trono, y para que todo terminara de maravilla, se casa con Nala,  Rafiki luego presenta a la futura sucesora de ambos, se trata de Kiara.

El soldadito de Plomo